La
gran mayoría de los colonos que llegaron al norte del continente americano, en
los primeros tres cuartos del siglo XVII, fueron ingleses, que salieron de su
país perseguidos ya sea por ideas religiosas o políticas, pero a partir de
1680, también fueron llegando muchos inmigrantes de Holanda, Alemania, Irlanda,
Escocia, Suiza y Francia; de tal modo que, entre fines del siglo XVII y
comienzos del siglo XVIII, SE HABIAN establecido Trece Colonias que se extendían desde la costa
atlántica, al Este, hasta, los Montes Apalaches, por el Oeste, y, desde la
península de La Florida, al Sur (pertenecía a España), hasta Nueva Escocia, al
norte
Estas Trece Colonias fueron: New
Hampshire, Massachusetts, Connecticut, Rhode Island, New York, New Jersey,
Pensilvania, Maryland, Delaware, Virginia, North Carolina, South Carolina y
Georgia.
Características
Estas
colonias formadas, mayormente, por gente culta de credo protestante, gracias a
su espíritu eminentemente laborioso como a las inmensas riquezas del
territorio, consiguieron en pocos años progresar grandemente, a la vez que su
población experimentó también considerablemente crecimiento. Disfrutaban de
autonomía política, es decir, que eran, prácticamente.
nte libres e independientes. Hacían uso de sus libertades y derechos y, asimismo, cada colonia elegía a sus propias autoridades, a la vez que resolvía sus propios problemas, aunque en nombre se hallaban bajo el dominio de Inglaterra, la misma que se hacia representar por un gobernador en cada una de ellas. Tenían, pues, por supremo anhelo vivir en un ambiente de paz y de libertad para, así, poder desarrollarse y practicar libremente sus creencias políticas y religiosas. En busca de ello, justamente, fueron los primeros inmigrantes (“Los padres peregrinos” – 1620) quienes abandonaron Inglaterra al implantarse en esta nación la persecución religiosa y el despotismo real, y, después de cruzar el Atlántico, se establecieron en la costa este de América del Norte
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