lunes, 8 de febrero de 2016


La vida de estas colonias se desarrollaba en forma tranquila, no teniendo mas vinculo con la corona que el sentirse ingleses unidos por la tradición y las costumbres, por lo demás ellos se gobernaban a si mismos y los únicos incidentes que podían derivarse tenían lugar por su esfuerzo conquistador desplegado hacia las tierras y regiones del legendario y lejano Oeste. Pero hacia 1763 Inglaterra atravesaba una serie de crisis económicas, a raIz de la guerra contra Francia (Guerra de los Siete años), donde si bien es cierto que obtuvo Canadá y la Luisiana, sin embargo el tesoro se vio empobrecido y para resarcirse, el Parlamento dio varias leyes que fueron las que en definitiva precipitaron el proceso emancipador americano. 


LEY DEL IMPUESTO AL TIMBRE

Que disponía que en "todos los periódicos, hojas impresas, contratos de arrendamiento y documentos legales, se fijara un sello cuyo producto se destinaría únicamente a defender, proteger y asegurar las colonias". En el fondo la recaudación debía pasar a la corona y al entenderlo así, los colonos opusieron resistencia, y, en un Primer Congreso reunido en 1765, en Nueva York, aprobaron que "nunca les habían impuesto ni les podían imponer contribuciones, pues no tenían representantes en el Parlamento, y que la ley del timbre tendía manifiestamente a violar los derechos y libertades de los colonos". 
El Parlamento inglés derogo esta ley en el año 1766.




 Que se hizo extensivo al plomo y al vidrio y cuyo monto se aplicaría al pago de gobernadores, jueces, funcionarios de aduanas y tropas inglesas en las colonias. 


Fue derogada en 1770 porque los colonos se abstuvieron de importar estos artículos.












IMPUESTO AL TE


En 1773 se le permitió a la empresa British East India vender en exclusividad té directamente en las colonias americanas, pero manteniendo el impuesto creado sobre este producto por las Leyes Townshend.
Aunque esto suponía un ahorro considerable a la hora de comprar té al tratarse de una transacción directa sin tener que pasar por Inglaterra y abonar impuestos extra, los colonistas percibieron que esta medida, a la larga, podía perjudicarse. En realidad puso de manifiesto que los ingleses, si así lo querían podían conceder en exclusividad todo o parte del comercio colonial a quien quisieran.
En este contexto, la British East India Company envió barcos con té a diversos puertos. En Nueva York y Filadelfia se les obligó a regresar a Inglaterra sin descargar el cargamento. Sin embargo en Boston se le permitió amarrar para proceder a descargar.
En diciembre de 1773, varios colonos, arengados por Samuel Adams y disfrazados de indios americanos, subieron a bordo de tres barcos y tiraron al mar los cofres con el té.
Ahora le tocó el turno a los británicos de ponerse furiosos cuando oyeron las noticias del evento conocido como el motín del té. El rey Jorge III llegó a decir que “debemos dominarlos o dejarlos que se gobiernen solos”.

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